miércoles, 30 de octubre de 2013

Altar para recordar a los que se han ido.

En la noche de hoy entramos en el día de Todos los Santos, donde aquellos que se fueron, vuelven para caminar a nuestro lado, allanándonos el camino, y dándonos su luz.

Esta es la noche de las ánimas, del Halloween, donde ambos mundos se cruzan y tenemos la  posibilidad de crear un altar que nos acerque a nuestros seres queridos que ya no están con nosotros. 
Con nuestro altar, vamos a honrarles y agradecerles  haber compartido su vida con nosotros, agradecer todos los momentos que nos dieron, lo que nos enseñaron, su ayuda y todas las miradas que nos regalaron.


Vamos a agradecerles que, aun habiendo pasado a la Paz Eterna, a la otra orilla de la vida, nos siguen protegiendo y arropando.

Altar para recordar a los que se han ido.

Necesitamos:

- Un mantel blanco.
- Flores diversas de color blanco.
- Fotos de los seres queridos.
- Velas blancas.
- Agua.

En una mesa pequeña, colocamos una tela fina de color blanco, ponemos las flores blancas a los lados de la mesa.

Colocamos las fotos en la mesa, y delante de cada foto encendemos una pequeña vela blanca, de esas que vienen con el poso de aluminio.

En la parte detrás de la mesa, detrás de las fotos, colocamos un vaso con agua que es fuente de vida,  y después del recorrido que han transitado las animas, el agua mitiga su sed, y fortalecer su regreso.

Dejamos el altar desde la noche de hoy hasta la noche de mañana, durante todo el día 1 de todos los santos.
Es un buen momento de usar nuestro altar para hablar con nuestros muertos, pedirles que nos protejan y nos bendigan, y recordar lo vivido.


AMULETO PARA PROTEGERNOS

Una vez hecho el altar, podemos también aprovechar el poder que este concentra para realizar un amuleto que nos de protección y buena salud.

Necesitamos:

- 1 saquito pequeño.
- Aguja e hilo rojo.
- 7 granos de arroz.
- Una cucharadita de avena.
- Una cucharadita de Sal Gorda.
- 1 Cuarzo Blanco.

Introduce todos los elementos en el saquito y cóselo con el hilo rojo en puntadas pequeñas.
Pon el saquito en el altar y déjalo durante el tiempo que esté el altar hecho, para que tus difuntos puedan influir en él, de manera que puedan canalizar sus deseos de protección y bienestar para ti y los tuyos.

Este saquito sólo puedes tenerlo un año, pasado ese tiempo tienes que regalarlo a alguien que debe poseerlo un año, y sucesivamente hasta que el saquito se rompa con el paso del tiempo, momento en el que debemos enterrarlo.

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